Fue un matemático y físico aparentemente de origen griego por el idioma en el que escribía, aunque algunos afirman que provenía Egipto, también es incierto el siglo en el que vivió pero se estima que fue entre los siglos I y II. Habito la ciudad de Alejandría, una provincia romana de Egipto. Se dice que fue una persona humilde, zapatero en su juventud y estudiante de la escuela de Alejandría, además en su tiempo nadie reconoció los trabajos que hizo y mayormente se le encontraba trabajando en templos donde habitaban muchos dioses. La gente de ese tiempo no entendía que las cosas que hacia Herón no eran actos de magia sino ciencia pura aunque que se podía esperar cuando se entraba a un templo Las puertas se abrían solas y cuando entrabas se escuchaba música celestial. Una vez dentro, en uno de los altares, podías ver una esfera luminosa levitando como por arte de magia y en otro altar podías contemplar con tus propios ojos como los dioses danzaban a su alrededor. Su creatividad fue admirable y grandiosa, pero inimaginable para ese tiempo.
Respecto a estos experimentos, tenemos la explicación a continuación como unos ejemplos de su ingeniosa astucia para lograr cosas impensables. El hecho de que las puertas se abrieran solas se debía a un complejo mecanismo que diseño que podemos ver en la siguiente imagen:
La explicación resulta bastante simple, el fuego calienta el aire que se expande aumentando la presión y empuja el agua llenando el contrapeso que acciona el mecanismo para abrir la puerta. Cuando el aire se vuelve a enfriar, la presión disminuye y el agua vuelve a ocupar su lugar, el contrapeso se vacía y las puertas se cierran. En algunos modelos se aprovechaba el aire que escapaba para hacer sonar algún instrumento lo que daba el ambiente de música celestial, vaya ambiente la verdad seguro que a mí también me habría sorprendido.
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